más que milagros
"Yo soy el pan de Vida" (Juan 6:35).
¿Crees que Jesús está "verdadera, real y substancialmente" presente en la Sagrada Comunión? (Catecismo de la Iglesia Católica, 1374)
Antes de que Jesús revelara que Él nos daría Su cuerpo y sangre en la Comunión, Él ejecutó el sorprendente milagro de la multiplicación de los panes y pescados (Jn 6:11ss). Luego, Jesús caminó sobre el agua (Jn 6:19ss).
En este contexto de milagros, Jesús declaró: "Mi carne es la verdadera comida y mi sangre, la verdadera bebida" (Jn 6:55). Bajo estas circunstancias, tú podrías pensar que podríamos creer cualquier cosa que el Señor dijo, aún sin comprenderlo. Sin embargo, "muchos de sus discípulos se alejaron de Él y dejaron de acompañarlo" (Jn 6:66). Solo creyeron aquellos a quienes Dios Padre escogió y enseñó (Jn 6:44-45) en el Espíritu (ver Jn 6:63).
Para creer en Jesús presente en la Eucaristía, necesitamos no sólo los milagros de Jesús, sino también la enseñanza del Padre y la revelación del Espíritu. Necesitamos el Espíritu Santo de Pentecostés para clamar en nuestros corazones "Padre" (Gal 4:6; Rom 8:15). Entonces, reconoceremos al Jesús eucarístico como Señor (1 Co 12:3).
¡Gloria al Padre, al Hijo y al Espíritu Santo! ¡Gloria a Jesús en el Santísimo Sacramento!
Oración: "Dulce Sacramento, Te adoramos. Oh, has que te amemos cada vez más."
Promesa: "Es preciso renunciar a la vida que llevaban, despojándose del hombre viejo, que se va corrompiendo por la seducción de la concupiscencia para renovarse en lo más íntimo de su espíritu" (Ef 4:22-23).
Alabanza: ¡Aleluya! ¡Jesús resucitó! Él sostiene "la llave de la Muerte y del Abismo" (Ap 1:18). ¡Aleluya!
Rescripto: †Reverendísimo Joseph R. Binzer, Obispo auxiliar y Vicario general de la Arquidiócesis de Cincinnati, 14 de abril de 2015
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