¿cuál es tu precio?
"Si me vas a seguir tratando de ese modo, mátame de una vez. Así me veré libre de mis males" (Números 11:15).
Los israelitas estaban dispuestos a renunciar a su libertad porque pensaban que la comida egipcia era más sabrosa que el maná milagroso de Dios (Num 11:4ss).
Moisés estaba dispuesto a renunciar a su vida en lugar de llevar la carga de un pueblo quejumbroso (Num 11:15).
Esaú renunció a su derecho de nacimiento antes que sufrir de hambre unos minutos más (Gn 25:30ss).
Demas renunció a amar y servir al Señor en favor de vivir en el mundo (2 Tim 4:10).
Algunas personas pierden sus almas para siempre para ganar el mundo entero (Lc 9:25) o una pequeña parte.
¿Cuál es tu precio? ¿Qué se requiere para que renuncies a tu libertad, vida, derecho de nacimiento, amor o salvación? ¿Renunciarías a Jesús por dinero, placer sexual, popularidad, comodidad, poder o alivio del dolor? ¿Aceptarías un soborno?
Por otro lado, ¿piensas que la palabra de Dios es más preciosa "que todo el oro y la plata"? (Sal 119:72) ¿Es el reino de Dios la perla preciosa de la cual nunca te separarías por ningún precio? (Mt 13:44-46) ¿Preferirías morir por Jesús antes que vivir sin Él?
Agárrate bien a Jesús para siempre no importa lo que suceda (ver Sal 91:14).
Oración: Padre, Te entrego todo. Multiplica la capacidad de dar frutos en mi vida.
Promesa: "¡Ojalá mi pueblo me escuchara, e Israel siguiera mis caminos! Yo sometería a sus adversarios en un instante y volvería mi mano contra sus opresores" (Sal 81:14-15).
Alabanza: Gloria pone en práctica su fe apoyándose en su Señor para satisfacer sus necesidades, y no en su cuenta de ahorros.
Rescripto: †Reverendísimo Joseph R. Binzer, Obispo auxiliar y Vicario general de la Arquidiócesis de Cincinnati, 14 de abril de 2015
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