el demonio y el orgullo intelectual
"Muchos profetas y reyes quisieron ver lo que ustedes ven y no lo vieron, oír lo que ustedes oyen y no lo oyeron" (Lucas 10:24).
Debido a que somos seguidores de Jesús, "los demonios se nos someten" (Lc 10:17). Podemos ver a Satanás caer del cielo como un rayo (Lc 10:18). Podemos "caminar sobre serpientes y escorpiones y vencer todas las fuerzas del enemigo" (Lc 10:19). Podemos "aplastar muy pronto a Satanás" (Rom 16:20).
Sin embargo, son pocos los cristianos conscientes de su autoridad sobre el diablo o incluso de la necesidad de esa autoridad. Esta autoridad del cristiano, así como otros aspectos del plan de salvación de Dios, se "ha ocultado a los sabios y a los prudentes", pero "las ha revelado a los pequeños" (Lc 10:21). Por lo tanto, los sabios e inteligentes, a veces, se ríen de las ideas supuestamente primitivas de la gente común sobre el diablo. Espere ser despreciado si habla del diablo como si fuera real.
El diablo es "un mentiroso y padre de la mentira" (Jn 8:44). Miente sobre su propia existencia. Causa confusión mediante la promoción del orgullo intelectual. Este orgullo se muestra en el rechazo de la doctrina cristiana tradicional y una actitud snob hacia la forma de pensar y hablar comunes. No obstante, lo que la Iglesia y la Biblia han enseñado durante siglos en relación con el diablo siempre será verdadero.
Oración: Padre, humildemente me someto a la enseñanza tradicional de la Iglesia.
Promesa: "El Señor bendijo los últimos años de Job mucho más que los primeros" (Jb 42:12).
Alabanza: Santa Teresita fue una intercesora celosa y dedicada, y sobre todo se dedicó a orar por los sacerdotes.
Rescripto: †Reverendísimo Joseph R. Binzer, Obispo auxiliar y Vicario general de la Arquidiócesis de Cincinnati, 28 de junio de 2016.
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