líneas de oración
"Señor, enséñanos a orar" (Lucas 11:1).
Dios, Quien es amor (1 Jn 4:8,16), nos ordena amarlo con todo nuestro corazón (Lc 10:27). Sin embargo, cumpliremos este mandamiento si amamos a nuestro prójimo como a nosotros mismos (Lc 10:27). El amor no es simplemente cuestión de sentimientos y palabras. "No amemos solamente con la lengua y de palabra, sino con obras y de verdad" (1 Jn 3:18). Debemos ser como el buen samaritano, quien se sacrifica y con sus propias manos ayuda al que lo necesitaba, aun a los enemigos (Lc 10:33ss). Debemos ser como Marta, trabajando arduamente para ser hospitalarios con Jesús (Lc 10:38ss) y con el más pequeño de nuestros hermanos y hermanas (Mt 25:40).
Sin embargo, antes, durante y después de nuestro trabajo, debemos ser como María de Betania y sentarnos a los pies de Jesús para escuchar Sus palabras (Lc 10:39). Necesitamos a Jesús para que nos enseñe a orar (Lc 11:1), especialmente a orar primero, a orar antes de trabajar. De lo contrario, nuestras acciones no hablarán más elocuentemente que nuestras palabras y nuestro amor no será auténtico. Aprendamos a orar, a trabajar con amor.
Oración: Padre, mientras rezo el Rosario, purifica mis motivos al trabajar.
Promesa: "Solamente nos recomendaron que nos acordáramos de los pobres, lo que siempre he tratado de hacer" (Gal 2:10).
Alabanza: Jorge comenzó un estudio bíblico durante la hora del almuerzo en el trabajo.
Rescripto: †Reverendísimo Joseph R. Binzer, Obispo auxiliar y Vicario general de la Arquidiócesis de Cincinnati, 28 de junio de 2016.
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