Muchos de ustedes han ayudado a salvar del aborto a cientos y miles de bebés en el vientre materno. ¡Gracias a Dios por vuestro amor, trabajo y oraciones! ¿Está usted a favor de la libertad de elección?

Esta parece ser una pregunta desatinada para las personas que son pro-vida. Sin embargo, muchas de estas personas defienden erróneamente la "libertad de elección" en situaciones diferentes al aborto. Por ejemplo, la vida cristiana se trata más de ser elegido, en lugar de poder elegir (ver Jn 15:16). Jesús dijo: "Les aseguro que el Hijo no puede hacer nada por sí mismo sino solamente lo que ve hacer al Padre; lo que hace el Padre, lo hace igualmente el Hijo" (Jn 5:19). Dios Padre ha elegido nuestras acciones antes de que nosotros las realicemos (ver Ef 2:10). Nuestro trabajo no es primeramente elegir, sino obedecer. Jesús dijo: "Porque yo no hablé por mí mismo: el Padre que me ha enviado me ordenó lo que debía decir y anunciar" (Jn 12:49). Cuando pronunciamos "algunas palabras escogidas," no deberíamos elegirlas, sino más bien permitamos que el Espíritu Santo decida lo que dice por medio de nosotros (ver Lc 12:12).

Obviamente, tenemos opciones que tomar. Nuestra opción es elegir no estar en favor del aborto, sino a favor de la obediencia, a favor de Dios y a favor de la vida. El Señor dice: "Hoy tomo por testigos contra ustedes al cielo y a la tierra; yo he puesto delante de ti la vida y la muerte, la bendición y la maldición. Elige la vida" (Dt 30:19).

Rescripto:  †Reverendísimo Joseph R. Binzer, Obispo auxiliar y Vicario general de la Arquidiócesis de Cincinnati, 21 de enero de 2016.

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