"la cualidad de la misericordia"
"Solamente Lucas se ha quedado conmigo " (2 Timoteo 4:11).
Cuando Pablo escribió su segunda carta a Timoteo, Lucas era el único que lo acompañaba. Aunque Pablo estuvo bajo juicio, todos le habían abandonado (2 Tim 4:16).
Lucas parece haber tenido un corazón de misericordia por los solitarios y abandonados. Únicamente en el Evangelio de Lucas nos encontramos con la mujer penitente (Lc 7:37), el buen samaritano (Lc 10:33), el hijo pródigo (Lc 15:12), Lázaro el mendigo (Lc 16:20), el curado y agradecido leproso samaritano (Lc 17:16), el recaudador de impuestos en el templo (Lc 18:10), Zaqueo el publicano (Lc 19:2) y el "buen ladrón" (Lc 23:40). Estas son solo algunas de las personas que solamente Lucas registra como beneficiados de la misericordia de Dios.
Como en el tiempo de Lucas, nuestro mundo se está llenando cada vez más de gente solitaria y abandonada. Aunque muchos sean víctimas inocentes de pecados de otros, también existen los problemas causados por nosotros mismos. Hemos comenzado a recibir el salario justo de nuestros pecados (Rom 6:23). Aunque no merecemos sufrir, podemos recibir y dar misericordia porque Jesús cumplió con las exigencias de la justicia en el Calvario. "Felices los misericordiosos, porque obtendrán misericordia" (Mt 5:7).
Oración: Señor, ten piedad de mí y de otros por medio mío.
Promesa: "La cosecha es abundante, pero los trabajadores son pocos. Rueguen al dueño de los sembrados que envíe trabajadores para la cosecha" (Lc 10:2).
Alabanza: San Lucas ministraba a los sufridos, incluso nosotros. Hizo hincapié especialmente en la oración, la pobreza y la pureza de corazón.
Rescripto: †Reverendísimo Joseph R. Binzer, Obispo auxiliar y Vicario general de la Arquidiócesis de Cincinnati, 10 de mayo de 2017.
El Nihil Obstat establece que no existe impedimento para la publicación de un libro o folleto. No implica acuerdo con contenido, opiniones o afirmaciones expresadas en el mismo.