Trabajé en panadería hace mucho tiempo. El panadero rompía en pequeñas migajas el trozo sólido de levadura. Luego, amasaba cuidadosamente las migajas de la levadura con toda la masa. Después, la dejaba a un lado "hasta que fermentó toda la masa" (Lc 13:21). Fue increíble ver cómo esas pequeñas migajas de levadura causaban que la masa se fermentara. "Un poco de levadura hace fermentar toda la masa" (Gal 5:9).

Jesús nos pidió estar atentos sobre lo que permitimos que influya en nuestras vidas (Mc 8:15). La cultura seglar constantemente esparce sus migajas de levadura en nuestras vidas, tales como:

• "Si eres chévere, ve esta película". El rociado de la inmoralidad de la película impía te conduce a un impacto de la neutralidad, a una vida de pecado.

• "Deja de ir a Misa ahora que estás en la Universidad. De lo contrario, no saldrán contigo". Este grano de levadura puede llevar a una falta de fe, al pecado sexual y a la infidelidad.

• "No ores con tus hijos. Es demasiado aburrido para ellos. Que decidan por sí mismos sobre Dios cuando crezcan". Esta levadura conduce a vocaciones perdidas y familias rotas.

Jesús dice: "Estén atentos" (Mc 8:15). "¿No saben que un poco de levadura hace fermentar toda la masa? Despójense de la vieja levadura para hacer una nueva masa" (1 Co 5:6-7). Deja que el pan sin levadura de la Sagrada Eucaristía sea tu pan. Recibe la Eucaristía con frecuencia, incluso diariamente si es posible. Tira la levadura del mundo. Que la Eucaristía te eleve.

Rescripto:  †Reverendísimo Joseph R. Binzer, Obispo auxiliar y Vicario general de la Arquidiócesis de Cincinnati, 30 de noviembre de 2016.

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