"una nación, bajo la gracia de dios"
"Edifiquemos una ciudad, y también una torre cuya cúspide llegue hasta el cielo, para perpetuar nuestro nombre" (Génesis 11:4).
El futuro de una nación que excluye a Dios es dispersión (Gn 11:9), no unidad. Si la fe en Dios de una nación es frágil, esa nación es vulnerable (Is 7:9). "Su carácter es firme, y tú la conservas en paz porque ella confía en Ti" (Is 26:2-3).
Cualquier unidad indisoluble surge desde el Espíritu Santo, Fuente de la unidad (Ef 4:3). Una nación que busca la unidad permanente debe enfocarse en glorificar el nombre de Dios, más que hacer de ella un gran nombre (ver Gn 11:4).
El acto más patriótico que podemos hacer por nuestro país es permitir que Jesús sea el Paradigma de nuestras vidas. "El bienaventurado y único Soberano" (1 Tim 6:15). Él es el Camino hacia la seguridad nacional (Jn 14:6). El siguiente acto más patriótico que podemos hacer es guiar a muchos otros hacia Jesús. Jesús reunió una gran diversidad de seguidores, desde patriotas radicales (Simón, el zelote) hasta vendedores del patriotismo a cambio del beneficio propio (Mateo, el cobrador de impuestos). Jesús allanó el increíble abismo entre estos dos hombres y los moldeó hasta convertirlos en fundadores de la Iglesia (Ap 21:14).
En los Estados Unidos de América, en el juramento a la bandera se proclama que es: "Una nación, bajo la gracia de Dios". En el sacramento de la Confirmación, juramos ser soldados de Dios bajo Su guía. Vivamos nuestros juramentos y vivamos bajo los preceptos de Dios. Permite que Él sea Seňor en cada aspecto de tu vida (1 Pe 1:15). Él utilizará tu vida obediente para construir "una nación santa" (1 Pe 2:9).
Oración: Padre, úsame para convertirme en "luz de las naciones" (Is 42:6).
Promesa: "¡Feliz la nación cuyo Dios es el Señor!" (Sal 33:12).
Alabanza: Los siete hombres que fundaron la Orden de los Servitas estaban compenetrados bajo una unidad tal que se les reconocía como las siete estrellas de una constelación.
Referencia: (Esta enseñanza fue presentada por un miembro del equipo editorial).
Rescripto: †Reverendísimo Joseph R. Binzer, Obispo auxiliar y Vicario general de la Arquidiócesis de Cincinnati, 30 de noviembre de 2016.
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