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Sábado, 25 de marzo de 2017

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Anunciación


Isaías 7:10-14; 8:10
Hebreos 10:4-10
Salmos 40:7-11
Lucas 1:26-38

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el pueblo de la encarnacion

El Ángel le respondió: "El Espíritu Santo descenderá sobre ti y el poder del Altísimo te cubrirá con su sombra. Por eso el niño será Santo y será llamado Hijo de Dios" (Lucas 1:35).

Hace casi dos mil años, Dios se hizo hombre. Esto hizo posible que Dios muriera. Al morir hizo posible que Él resucitase de entre los muertos. De esta manera, Dios nos salvó del pecado, la esclavitud, el autoengaño, el auto-odio, la alienación, la muerte, de Satanás y del infierno. Jesús encarnado nos salvó por amor, libertad, paz, comunión y vida eterna. En consecuencia, la encarnación de Dios es el principio de los principales acontecimientos de la historia de la humanidad. Es por esto que contamos los años a partir del misterio de la Encarnación.

En la Iglesia Católica, tenemos la costumbre de recordar la Encarnación cada día a las 6 de la mañana, a las 12 horas y a las 6 p.m. al orar "El Ángelus". Cuando rezamos el "Ave María" y el primer misterio de los misterios gozosos del rosario, recordamos la Anunciación de la encarnación de Jesús. Además de celebrar la fiesta de hoy, se celebra la Encarnación especialmente durante la temporada de Navidad. De hecho, cada vez que recibimos la Santa Comunión recibimos al Dios encarnado, porque recibimos Su cuerpo y sangre, alma y divinidad. Somos el pueblo de la Encarnación. Con María, que cada uno de nosotros digamos con toda nuestra vida todos los días: "Yo soy la servidora del Señor, que se cumpla en mí lo que has dicho" (Lc 1:38). ¡Alabemos a Jesús, Dios encarnado!

Oración:  Padre, en acción de gracias, te ofrezco mi cuerpo como sacrificio vivo (Rom 12:1).

Promesa:  "Y en virtud de esta voluntad quedamos santificados por la oblación del cuerpo de Jesucristo, hecha de una vez para siempre" (Heb 10:10).

Alabanza:  Alabanza a Ti, Jesús, Verbo encarnado. ¡Alabanza a Ti, Jesús, amor encarnado en la misteriosa humildad!

Rescripto:  †Reverendísimo Joseph R. Binzer, Obispo auxiliar y Vicario general de la Arquidiócesis de Cincinnati, 30 de noviembre de 2016.

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