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Sábado, 12 de mayo de 2018

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santos Nereo, Aquileo y Pancracio
Novena de Pentecostés - Día 2


Hechos 18:23-28
Salmos 47:2-3, 8-10
Juan 16:23-28

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de cualquier forma pide

"Hasta ahora, no han pedido nada en mi Nombre" (Juan 16:24).

Cuando llevo a mi hijo más joven a clases de piano, siempre me pide que le compre un cono de helado. A veces no tengo dinero o el tiempo; otras veces sí compro el cono. Sin embargo, incluso si han pasado semanas sin un cono, nunca se le olvida pedir.

Jesús mismo nos dice: "Les aseguro que todo lo que pidan al Padre, Él se lo concederá en mi Nombre" (Jn 16:23). A menudo los cristianos se decepcionan cuando la respuesta a su petición de oración sincera, no fue lo que se pidió. Una repuesta es perder la fe en la promesa de Jesús, desanimarse y no pedirle a Jesús ciertas cosas. Otro razonamiento es la respuesta infantil de mi hijo: a seguir pidiendo persistentemente, sin perder nunca el corazón (Lc 18:1).

Hoy hay muchas cosas incorrectas en el mundo. ¿Es debido a que hemos pedido egoístamente y no de la forma correcta, es decir, en el nombre de Jesús? (Stg 4:3) Me pregunto si "hasta ahora" no hemos pedido nada en el nombre de Jesús (Jn 16:24). Necesitamos al Espíritu Santo para que seamos capaces de pedir en nombre de Jesús (Jn 16:24) y para hacerlo de manera persistente. Durante esta novena de Pentecostés, vamos a rogar fervientemente para recibir el Espíritu Santo profundamente, de modo que podamos pedir en nombre de Jesús que se haga Su voluntad en la tierra como en el cielo (Mt 6:10). ¡Ven, Espíritu Santo!

Oración:  Padre, te pedimos en nombre de Jesús, para que los católi-cos, se arrepientan profundamente, reciban el Espíritu Santo en plenitud, vivan a diario la novedad radical de su bautismo, sean perfectos en santidad, deseen asistir a la Misa diaria, fomenten y reciban vocaciones religiosas, evangelicen el mundo, cambien la cultura de la muerte a una civilización del amor y de la vida, sirvan a los pobres y humildes, se sometan en unidad al Magisterio...

Promesa:  "Pidan y recibirán, y tendrán una alegría que será perfecta" (Jn 16:24).

Alabanza:  Los santos Nereo y Aquileo gritaron "Abba", bajaron sus armas como soldados y entregaron sus vidas por Cristo.

Referencia:  (Esta enseñanza fue presentada por un miembro del equipo editorial).

Rescripto:  †Reverendísimo Joseph R. Binzer, Obispo auxiliar y Vicario general de la Arquidiócesis de Cincinnati, 11 de octubre de 2017.

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