corrígeme si me equivoco
"Herodes, en efecto, había hecho arrestar, encadenar y encarcelar a Juan, a causa de Herodías, la mujer de su hermano Felipe, porque Juan le decía: 'No te es lícito tenerla'" (Mateo 14:3-4).
Jesús ya no camina sobre la faz de la tierra. Ahora tenemos al Paráclito, el Espíritu Santo, enviado por Dios Padre y Dios hijo (Jn 16:7). El Espíritu nos muestra nuestro error en cuanto al pecado (Jn 16:8). Por ejemplo, el Espíritu actúo por medio de Juan el Bautista para hacerles a Herodes y Herodías culpables del pecado de adulterio. Tristemente no aceptaron la corrección del Espíritu, asesinaron a Juan Bautista, y dieron la espalda al mensaje profético del Señor. En tiempos de Jeremías, el pueblo elegido también rechazó la corrección de parte de Dios, profeta tras profeta, (ver Jer 26:11) y su idolatría posteriormente destruyó la nación entera abocándola al exilio en Babilonia.
Pero si se da el caso, como sucede en ocasiones, de que alguien acepta la corrección preciosa del Espíritu Santo, esto le lleva a la vida eterna y le protege de la condenación. Por ejemplo, en una ocasión los príncipes del pueblo que habían oído las advertencias proféticas de Jeremías dijeron: "Este hombre no es reo de muerte, porque nos ha hablado en nombre del Señor, nuestro Dios" (Jer 26:16). ¿Estás dispuesto a aceptar repetidamente las correcciones del Espíritu Santo para que te hagas Santo por el mismo Espíritu de santidad? Ojalá escuchen hoy la voz del Señor, ¡No endurezcan su corazón! (Sal 95:7-8).
Oración: Padre, abraza y aleja el pecado de mi vida cueste lo que cueste.
Promesa: "Porque el Señor escucha a los pobres y no desprecia a sus cautivos" (Sal 69:34).
Alabanza: San Juan oyó la llamada del Espíritu Santo y condujo a muchos pecadores de vuelta a Dios. Escribió lo siguiente: "Al orar el tiempo pasa tan rápido y con tan gran deleite que uno ni se da cuenta de su transcurso".
Rescripto: †Reverendísimo Joseph R. Binzer, Obispo auxiliar y Vicario general de la Arquidiócesis de Cincinnati, 19 de enero de 2018
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