"noche de paz"
"María conservaba estas cosas y las meditaba en su corazón" (Lucas 2:19).
El mundo comienza el año con cosas que hacen ruido como fuegos artificiales y sonidos discordantes. La Iglesia empieza el año en la cuna de Belén con María, quien "guardaba todas estas cosas en su corazón". El mundo empieza el año con una noche muy ruidosa, nosotros, los cristianos, lo empezamos con una "noche de paz".
Aquello que empieza con un estrépito frecuentemente finaliza con un "silencio mortal". Aquello que empieza en un silencio vivo frecuentemente termina en un estrépito, que cambia el mundo. El Señor nos manda "Ríndanse, reconozcan que Yo soy Dios" (Sal 46:10). Él nos asegura que "en la conversión y la calma está la salvación de ustedes; en la serenidad y la confianza está su fuerza" (Is 30:15). La "mejor parte" está en sentarse a los pies del Señor y escuchar sus palabras (ver Lc 10:39, 42).
Al comenzar el nuevo año estemos "dispuestos a escuchar y ser lentos para hablar y para enojarnos" (Stg 1:19). En el silencio, hay revelaciones, gozo y paz. "Es bueno esperar en silencio la salvación que viene del Señor" (Lam 3:26). "¡Que callen todos los hombres delante del Señor, porque Él surge de su santa morada!" (Zac 2:17).
Oración: Padre en este día que oramos por la paz haznos pacificadores (Mt 5:9), aún, si tenemos que morir por alcanzar la paz (ver Col 1:20).
Promesa: "Que el Señor te bendiga y te proteja; que el Señor haga brillar Su rostro sobre ti y muestre Su gracia; que el Señor te descubra Su rostro y te conceda la paz" (Núm 6:24-26).
Alabanza: Te alabamos Padre, por darnos a María como nuestro modelo perfecto: humilde, callada, amorosa y orante.
Rescripto: †Reverendísimo Joseph R. Binzer, Obispo auxiliar y Vicario general de la Arquidiócesis de Cincinnati, 1 de junio de 2018
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