¿realmente toma una aldea?
"Ni siquiera entres en el pueblo" (Marcos 8:26).
La aldea en el pasaje de hoy fue Betsaida, un lugar que Jesús en otra parte condenó por su actitud de avanzada dureza e impenitencia (ver Mt 11:21-24). Este es el único incidente en los Evangelios en el que Jesús tuvo que sanar a una persona en dos etapas. Posiblemente la extrema dureza de la aldea hizo que fuera más difícil que una curación tomara raíz permanente.
Primero, Jesús "condujo [al hombre ciego] a las afueras del pueblo" (Mc 8:23). La curación a menudo ocurre mejor lejos de la multitud escéptica, ya sea alejándose de la multitud o sacando a la multitud del lugar de curación (ver Mc 6:6; Mt 9:25). Jesús sanó al hombre. Sin embargo, la vista del ciego no era clara sino turbia. Esto puede ser una indicación del impacto a largo plazo de vivir en una cultura endurecida y escéptica, muy similar a la presente "cultura de la muerte". Entonces, por segunda vez, Jesús puso Sus manos sobre los ojos del ciego "y el hombre recuperó la vista. Así quedó curado y veía todo con claridad" (Mc 8:25).
Finalmente, Jesús envió al hombre "sanado a su casa, diciéndole: 'Ni siquiera entres en el pueblo'" (Mc 8:26). Jesús probablemente quiso decir con esto que el hombre había sido sanado por completo, física y espiritualmente. No debía regresar a la endurecida cultura en el pueblo. Debe cultivar su nueva vida en el Señor y nunca arriesgarse a perder su vista restaurada en la ceguera espiritual del pueblo.
"¿Quieres curarte?" (Jn 5:6). "Ni siquiera entres en el pueblo" (Mc 8:26). Vive solo para el Señor.
Oración: Padre, que mi pueblo se centre en asistir a misa con la mayor frecuencia posible.
Promesa: "Cumpliré mis votos al Señor" (Sal 116:14).
Alabanza: Margarita se separó de sus "amigos" abusadores de drogas cuando regresó a la Iglesia.
Referencia: (Esta enseñanza fue presentada por un miembro del equipo editorial).
Rescripto: †Reverendísimo Joseph R. Binzer, Obispo auxiliar y Vicario general de la Arquidiócesis de Cincinnati, 16 de julio de 2018
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