pentecostés pasado y presente
"Cuando llegó el día de Pentecostés, todos estaban reunidos en el mismo lugar" (Hechos 2:1).
Ciento veinte de los discípulos de Jesús se habían dedicado a la oración constante durante nueve días (Hch 1:14). Cuando comenzaron a orar alrededor de las 9 a.m. del décimo día, "de pronto, vino del cielo un ruido, semejante a una fuerte ráfaga de viento" (Hch 2:2). Después de que el Espíritu Santo se presentó audiblemente, se manifestó visiblemente cuando "aparecieron lenguas como de fuego" (Hch 2:3). Estas manifestaciones exteriores indicaban transformaciones interiores en los corazones de los discípulos de Jesús (ver Hch 15:9). Luego sus bocas hablaron por la abundancia del corazón (ver Lc 6:45) y "comenzaron a hablar en distintas lenguas, según el Espíritu les permitía expresarse" (Hch 2:4). Esto era solo el principio. Después de que Pedro predicó y profetizó, estos discípulos llegaron a 3.000 personas con el Evangelio de Jesús, y todos fueron bautizados ese mismo día (Hch 2:41).
¿El Pentecostés de hoy será como el primer Pentecostés cristiano? Mucha gente, inclusive los cristianos, piensan que Pentecostés ocurrió en el pasado, pero ya no ocurre. Otros creen que nuevos Pentecostés suceden hoy, más solo raramente. Sin embargo, la Iglesia siempre ha enseñado que celebramos los eventos de la historia de la salvación no solo para pensar en el pasado, sino también para experimentar y realizarlos en el presente. Jesús prometió que, si creíamos en Él, haríamos obras más grandes que Él (Jn 14:12). Por lo tanto, espera un nuevo Pentecostés hoy, más grande que nunca.
Oración: Padre, que en este Pentecostés yo espero que Tú me ames como Tú hijo.
Promesa: "¡La paz esté con ustedes! Como el Padre me envió a Mí, Yo también los envío a ustedes". Al decirles esto, sopló sobre ellos y añadió 'Reciban al Espíritu Santo'" (Jn 20:21-22).
Alabanza: ¡Ven, Espíritu Santo! Bendito sea el Padre, el Hijo y el Espíritu Santo, ahora y siempre. Amén.
Rescripto: †Reverendísimo Joseph R. Binzer, Obispo auxiliar y Vicario general de la Arquidiócesis de Cincinnati, 12 de diciembre de 2018
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