madres
El hombre respondió: “’La mujer que pusiste a mi lado me dio el fruto y yo comí de él’” (Génesis 3:12).
La mayoría de nosotros estamos muy familiarizados con la historia de la caída. Adán y Eva sucumbieron a la tentación y frustraron el plan de Dios. Debido a que nuestros primeros padres fueron desobedientes, sufrimos las heridas del pecado original. Ciegamente, pudiéramos etiquetar a Adán y Eva como los chivos expiatorios definitivos. ¡Pero nosotros y ellos somos familia! "El hombre dio a su mujer el nombre de Eva, por ser ella la madre de todos los vivientes" (Gn 3:20). ¿Has meditado sobre tu linaje? Eva nos dio a luz en el orden natural, ella es verdaderamente nuestra antepasada. El engaño de la serpiente, aunque frustrante, simplemente expone la fragilidad humana. ¿Somos mejores que Eva? Jesús nos recuerda: "El que no tenga pecado, que arroje la primera piedra" (Jn 8:7).
Providencialmente, Dios Padre instituyó un nuevo plan maestro. Él vio la humanidad como un proyecto de restauración, porque Él quiere que todos “se salven y lleguen al conocimiento de la verdad” (1 Tim 2:4). Eligió a una joven virgen de Nazaret para ayudar a completar el plan. "El nombre de la virgen era María" (Lc 1:27). Esta nueva "mujer" (ver Gn 3:15) estaba destinada a convertirse en la "nueva Eva". En el orden espiritual, María dio a luz a "aquellos que guardan los mandamientos de Dios y dan testimonio de Jesús"; nosotros, como miembros de la Iglesia, representamos “el resto de su descendencia” (ver Ap 12:17).
Enfócate en la obediencia de María, no en la desobediencia de Eva. Has eco de María y dile al Señor: "que se cumpla en mí lo que has dicho” (ver Lc 1:38).
Oración: Padre, dame la gracia de aceptar a María como mi madre (Jn 19:27) y actuar siempre para honrarla (Éx 20:12).
Promesa: "Después de beber el vinagre, dijo Jesús: ‘Todo se ha cumplido’. E inclinando la cabeza, entregó Su espíritu" (Jn 19:30).
Alabanza: Madre María, tú "reúnes a tus hijos, como la gallina reúne bajo sus alas a los pollitos" (ver Mt 23:37).
Referencia: (Esta enseñanza fue presentada por un miembro del equipo editorial).
Rescripto: Según el Código de Derecho Canónico, se otorga el Nihil Obstat (no existe impedimento para publicar) a Un Pan, Un Cuerpo por el periodo 1 de junio al 31 de julio de 2020. Otorgado el 22 de octubre de 2019. Reverendísimo Joseph R. Binzer, Obispo auxiliar y Vicario general de la Arquidiócesis de Cincinnati
El Nihil Obstat establece que no existe impedimento para la publicación de un libro o folleto. No implica acuerdo con contenido, opiniones o afirmaciones expresadas en el mismo.