Malaquías profetizaba sobre "el Día". Este es el último día de todos, el día en que se acaba el mundo, el día del fuego, el día de la última venida de Jesús, el día del Juicio Final. "Porque llega el Día, abrasador como un horno. Todos los arrogantes y los que hacen el mal serán como paja; el Día que llega los consumirá, dice el Señor de los ejércitos, hasta no dejarles raíz ni rama" (Mal 3:19). "Pero para ustedes, los que temen mi Nombre, brillará el sol de justicia que trae la salud en sus rayos, y saldrán brincando como terneros bien alimentados" (Mal 3:20). Estos cristianos definitivamente necesitarán estos rayos saludables porque antes del Día Final serán maltratados, perseguidos, detenidos, traicionados, odiados, y algunos incluso serán martirizados (Lc 21:12-17). "Gracias a la constancia salvarán sus vidas" y recibirán los rayos curativos de venida final de Jesús (Lc 21:19).

¿Si Jesús regresara hoy y el mundo terminara, o si murieras hoy, estarías entre los orgullosos y los malhechores o entre quienes respetan, aman, obedecen y temen al Señor? ¿Estarías entre los perseguidos o los perseguidores? ¿Vives para Jesús o para ti mismo? ¿Él te arrojará al fuego o te curará el "brillo del Hijo?" Arrepiéntete, confiésate, ama a Jesús, sufre por Él, regocíjate en el presente, mira hacia el futuro. "Llega el Día" (Mal 3:19). ¡Ven, Señor Jesús!

Rescripto:  †Reverendísimo Joseph R. Binzer, Obispo auxiliar y Vicario general de la Arquidiócesis de Cincinnati, 5 de junio de 2013

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