control de multitudes
"Él quería ver quién era Jesús, pero no podía a causa de la multitud, porque era de baja estatura" (Lucas 19:3).
Muchos tratan de ver como Jesús es. Más son pequeños y la multitud es grande. A veces el obstáculo no es la gente que nos rodea, sino las cosas por dentro. ¿Cuántos tenemos una multitud de miedos, dudas y deseos egoístas por dentro? Para ver a Jesús, debemos forjar nuestro camino a través de las multitudes (Cfr. Lc 8:45) o treparnos por encima de ellas.
Si te digo que vayas a confesión ahora mismo, se juntaría una multitud para algunos de ustedes. Puedes sentir miedo, y dentro de poco tendrías cien razones para no ir. Tienes que luchar a través de la multitud para tocar a Jesús y ser lavado en su sangre.
¿Y si te dijera que vayas a Misa todos los días, o que llevaras a alguien a Cristo, o que diezmaras? Para muchos de nosotros, se juntaría otra multitud de pecados, de egoísmos, dudas, temores y ansiedades. Tenemos que treparnos al árbol de la fe por encima de la multitud y luchar por la fe a través de la multitud. No te dejes excluir de la vida eterna; lánzate por la fe.
Oración: "Rogamos constantemente por ustedes a fin de que Dios los haga dignos de su llamado, y lleve a término en ustedes, con su poder, todo buen propósito y toda acción inspirada en la fe. Así el nombre del Señor Jesús será glorificado en ustedes, y ustedes en él" (2 Tes 1:11-12).
Promesa: "Tú te compadeces de todos, porque todo lo puedes, y apartas los ojos de los pecados de los hombres para que ellos se conviertan" (Sab 11:23).
Alabanza: ¡Loado seas glorioso y resucitado Señor Jesucristo! Tú reinas supremo sobre la multitud de la creación. Yo te adoro, magnífico en la gloria.
Rescripto: †Reverendísimo Joseph R. Binzer, Obispo auxiliar y Vicario general de la Arquidiócesis de Cincinnati, 5 de junio de 2013
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