Santo Tomás le preguntó a Jesús cómo conocer el camino adonde Él iba. Jesús respondió con una respuesta seria y profunda. Sin embargo, en la siguiente petición de Felipe para mostrar los discípulos al Padre, Jesús no respondió de una manera tan profunda. En vez de eso, Jesús expresó exasperación. ¿Por qué Jesús respondió tan diferente a las dos preguntas?

Posiblemente se debe a la intención que está detrás de las dos preguntas. Aunque no conocemos los motivos de cada apóstol, el texto suministra pocas pistas.

La pregunta de Tomás parece ser hecha con la intención de conocer el camino porque él intentaba seguir a Jesús en cualquier dirección en que se moviera. Anteriormente, Tomás abogó por seguir a Jesús hasta la muerte (Jn 11:16). Sin duda, Jesús, se habría sentido complacido con tal devoción obediente y le dio a Tomás una respuesta que ha resonado a través de los siglos: "Yo soy el Camino, la Verdad y la Vida. Nadie viene al Padre sino por Mí" (Jn 14:6). Felipe hizo una pregunta que terminó con la afirmación de que si él conseguía lo que quería, eso sería "suficiente" (Jn 14:8).

Al parecer, un hombre no puso límites a lo que Jesús podría hacer con él; el otro hombre posiblemente lo hizo. ¿Son sus peticiones agradables a Jesús? ¿Estás poniendo límites a lo que Jesús puede hacer en tu vida?

Rescripto:  †Reverendísimo Joseph R. Binzer, Obispo auxiliar y Vicario general de la Arquidiócesis de Cincinnati, 11 de octubre de 2017.

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